La
vida es un jardín; lo que siembres en ella, eso te devolverá. Así que
elige semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más
bellas. Cada una de estas semillas tienen en sí el poder vital y germinativo.
Procuraré
entonces, que caiga mis semillas en el surco abierto del corazón de todos y vigilaré su futuro. Procurando además, que sea como el trigo que da
pan y no produzca espinas y cizañas que dejen estériles
las almas.
Se que muchas veces me tocará
sembrar en el dolor, pero esa siembra, traerá frutos de alegría. A menudo
sembraré llorando, pero ¿quién sabe si esas semillas no necesitan del
riego de las lágrimas para que germine?
No tomaré las
tormentas como castigos.Se que los vientos fuertes harán que mis
raíces se hagan más profundas para que tu pueda resistir mejor lo que
habrá de venir. Y cuando mis hojas caigan, no me lamentaré;ya que serán mi
propio abono, reverdeceré y tendré flores nuevas.
Cada acto,
cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, dará fruto según como lo
siembre. Y cuando
llegue el atardecer de tu vida, enfrentarás la muerte con los brazos
cargados y una amplia sonrisa,
Lo más importante es hacer "una siembra de amor"
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