miércoles, 20 de abril de 2011

LECCIONES DE VIDA

Tengo un par de amigos que trabajan juntos, y hace unos días, uno de ellos descargo con el otro en un momento de presión, todo el estrés que había acumulado, culpándolo de un error que el y no su amigo, había cometido, se distanciaron. Por supuesto el amigo ofendido, se sintió agredido. Si ellos hubiesen permitido que el tiempo transcurriera, sin hacer nada concreto y positivo para resolverlo… seguramente que la amistad de muchos años se hubiese visto comprometida. En este caso, el agresor, llamo a su amigo para pedirle disculpas, asumiendo la responsabilidad no solo de lo que había pasado, sino que se mostró dispuesto a corregir su actitud y comportamiento. Pero lo mas bonito, fue que el amigo ofendido, acepto, disculpo y emprendió que su amigo al igual que todos en un momento dado, reacciono por el estrés y no por un mal sentimiento. A veces es mas difícil perdonar y dar otra oportunidad, que reconocer que nos hemos equivocado. Para mi, un evento cotidiano, se convirtió en una lección. Ciertamente, todos cometemos errores, pero esto no significa que podemos huir de la responsabilidad de afrontarlos y corregirlos, justificados en los demás, especialmente si con ellos agredimos a las personas que no tuvieron nada que ver con ellos. Nuestro único camino en esos casos, es tratar de reparar el daño de la forma mas efectiva e inmediata posible. Muchas personas creen que reconocer un error puede ser señal de debilidad y que además puede representar la perdida del respeto por parte de nuestros seres queridos… No es así!!! Definitivamente el admitir que nos equivocamos, nos merece el respeto y la estima de ellos, especialmente si nos ven hacer el esfuerzo de corregirlo. Asumir nuestros errores sin justificarnos, nos da la posibilidad de corregirlos y al mismo tiempo nos permite crecer y madurar personalmente. Además, todos las equivocaciones son una oportunidad para aprender algo nuevo acerca de nosotros mismos y de los demás… Tenemos dos posibilidades de aprender y crecer, lo hacemos a través del aprendizaje que obtenemos de nuestros errores y fracasos o por conciencia. Claves para superarlos: ENFRENTA LA SITUACIÓN. No actúes como si nada hubiera pasado, tampoco murmulles una disculpa en voz baja y sin mirar a los ojos de la persona para luego salir corriendo de ahí. La mayoría de las veces se necesita algo mas que un simple lo siento para arreglar las cosas, es necesario conversar sobre el incidente con las personas afectadas, para minimizar el problema. ASUME TU RESPONSABILIDAD. Si eres sincero y humildemente explicas en forma razonable el porque de tu actuación equivocada, la persona afectada se sentirá mas tranquila y satisfecha al escucharlo. Quedarnos callados esperando que el tiempo pase y la persona olvide la ofensa, hará que se genere el resentimiento. REPARA LA OFENSA: Además de pedir disculpas, es importante que hagamos algo concreto para mostrar nuestro compromiso de corregir el error o la ofensa cometida. De que manera puedo corregirlo? Que puedo hacer para que te sientas bien? Son frases que hacen sentir mejor a las personas afectadas.

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